Cuando Ramón Lamote salió de dar su clase ,no lo podía creer. Allí estaba de nuevo aquella señora sentada en el mismo sitio. Ramón estaba por decirle que se quitara o le pasaba por encima, pero aguanto un poco y intentó razonar con ella.
- Señora esta vez tampoco me va a dejar llegar a mi casa.
- que carácter, ahora tampoco vas a ir a tu casa
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